lunes, 19 de marzo de 2018

5º domingo de SAN JOSÉ


5º domingo
Dolor: 
Cuando experimenta la fuga a Egipto y su responsabilidad de educar y cuidar al Hijo de Dios.



Alegría: 
Cuando experimenta de tener al lado al Dios mismo y ve caer los dioses de Egipto.




Oración inicial :

¡Oh, san José!, aquí, aquí está tu puesto de Protector universal de la Iglesia. Te hemos querido dar a través de las voces y los documentos de nuestros inmediatos antecesores del último siglo – de Pío IX a Pío XII – una corona de honor, en eco a los testimonios de afectuosa veneración, que ya se alzan de todas las naciones católicas y de todas las regiones misioneras. Se siempre nuestro protector. Que tu espíritu interior de paz, de silencio, de buen trabajo y de oración, al servicio de la Santa Iglesia, nos vivifique siempre y nos alegre en unión con tu Esposa bendita, la dulcísima e Inmaculada madre nuestra, en el amor fuertísimo y suave de Jesús, el rey glorioso e inmortal de los siglos y de los pueblos. Así sea.

S.S. Juan XXIII

Reflexión :
Pero qué gran preocupación para José fue la incertidumbre de una huída, de inmigrar a un lugar desconocido, donde ya sabía que sus ingresos económicos serían ínfimos y con mucho esfuerzo debía sostener su hogar, el sacro hogar concedido.
Tener que llegar a un lugar con una cultura completamente extraña a la suya con la gran responsabilidad de ser el jefe de familia y mantener el don de la fe y de las sanas tradiciones familiares y religiosas. Qué arduo trabajo para él interactuar con gente tan distinta.
Pero al llegar a casa y contemplar la Familia que Dios quiso donarle, al ver a la Madre virgen y su día a día en el hogar, al ver a JESÚS, tocarlo, reir con él, observarlo y convivir "su cotidianidad"...
fue el gozo inefable que Dios solo le concedió a él... el vivir su monoteísmo...frente al politeísmo egipcio que lo envolvía y verificar diariamente la presencia del Dios entre nosotros, su misteriosa Presencia...

Lo mismo experimentamos cada uno de nosotros imbuídos en una sociedad politeísta, plagada de dioses : dinero, look, pseudo cultura, pseudo evangelización, pseudo amor a los animales, pseudo equiparación de sexos, etc, etc, etc,etc...
ver que hay gente que ama a su Dios Uno y Trino y que tiene la convicción de que camina junto a nosotros y se hace sorprendentemente evidente: 
¡pero qué gozo!!!..
no estamos solos...
somos más de lo que parecemos..somos muchos...
¡Nos vemos en la Casa Paterna!!..
¡san José nos lleva de la mano!!...

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