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Invocación al Espíritu Santo
VENI CREATOR SPIRITUS
VEN ESPÍRITU SANTO CREADOR
Ven Espíritu Santo, Creador
ven a visitar el corazón
y llena con tu gracia viva y eficaz
nuestras almas que Tu creaste por amor.
Tú, a quién llaman el Consolador,
Don del Dios altísimo y Señor,
eres vertiente viva, fuego que es amor,
de los dones del Padre, el Dispensador.
Tu Dios que, plenamente te nos dás,
dedo de la mano paternal,
eres Tú la Promesa que el Padre nos dió,
tu Palabra enriquece hoy nuestro cantar.
Los sentidos tendrás que iluminar,
nuestro corazón enamorar,
y nuestro cuerpo frente a toda tentación,
con tu fuerza constante habrás de reafirmar.
Lejos al opresor, aparta yá,
tu paz danos pronto, sin tardar,
y, siendo nuestro guía, nuestro conductor,
evitemos así, cualquier error o mal.
Danos a nuestro Padre conocer,
a Jesús, el Hijo comprender,
y a Ti Dios, que procedes de su mutuo amor,
te creamos con sólida y ardiente fe.
Alabemos al Padre, nuestro Dios,
a su Hijo que resucitó,
también al Santo Espíritu Consolador,
por los siglos y siglos, gloria y bendición. Amén.
Introducción
El tiempo vuela y nos encontramos yá en enuestro 5º día de esta novena que elevamos a Dios, en acción de gracias por nuestro gran Patriarca José.
La característica a meditar de su personalidad es su capacidad de acogida.
El sentido de acogida que siempre muestra, en principio a los novedosos y siempre sorprendentes planes de Dios, no lo exime de sufrimientos, o cuestionamientos...el Carpintero de Nazareth, sabe trascender esas situaciones adversas y simplemente "acepta", como consecuencia construye cada día una familia, un ambiente, un mundo mejor. Dejando a Dios ser Dios, el que ha creado este cosmos, en el cuál estamos inmersos, acaso no tendrá el poder para cambiar "lo adverso" que pueda surgir y que nos produce tanto dolor.
Ese es nuestro ABBA PATER, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Omnisapiente...el Omnibenevolente...ese Dios es el que experimentó y conoció, el que también es nuestro Padre adoptivo: José de Nazareth.
Animador :
Texto a meditar
Escuchamos atentamente el texto...
(Música de fondo opcional : VIDEO )
Lector 1:
4. Padre en la acogida
José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. «La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio»[18].
Lector 2:
Muchas veces ocurren hechos en nuestra vida cuyo significado no entendemos. Nuestra primera reacción es a menudo de decepción y rebelión. José deja de lado sus razonamientos para dar paso a lo que acontece y, por más misterioso que le parezca, lo acoge, asume la responsabilidad y se reconcilia con su propia historia.
Lector 2:
Si no nos reconciliamos con nuestra historia, ni siquiera podremos dar el paso siguiente, porque siempre seremos prisioneros de nuestras expectativas y de las consiguientes decepciones.
Lector 1:
La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Sólo a partir de esta acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más grande, un significado más profundo. Parecen hacerse eco las ardientes palabras de Job que, ante la invitación de su esposa a rebelarse contra todo el mal que le sucedía, respondió: «Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?» (Jb 2,10).
Lector 2:
José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte. La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Sólo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia.
Lector 1:
La venida de Jesús en medio de nosotros es un regalo del Padre, para que cada uno pueda reconciliarse con la carne de su propia historia, aunque no la comprenda del todo.
Lector 2:
Como Dios dijo a nuestro santo: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20), parece repetirnos también a nosotros: “¡No tengan miedo!”. Tenemos que dejar de lado nuestra ira y decepción, y hacer espacio —sin ninguna resignación mundana y con una fortaleza llena de esperanza— a lo que no hemos elegido, pero está allí.
Lector 1:
Acoger la vida de esta manera nos introduce en un significado oculto. La vida de cada uno de nosotros puede comenzar de nuevo milagrosamente, si encontramos la valentía para vivirla según lo que nos dice el Evangelio. Y no importa si ahora todo parece haber tomado un rumbo equivocado y si algunas cuestiones son irreversibles. Dios puede hacer que las flores broten entre las rocas. Aun cuando nuestra conciencia nos reprocha algo, Él «es más grande que nuestra conciencia y lo sabe todo» (1 Jn 3,20).
Lector 2:
El realismo cristiano, que no rechaza nada de lo que existe, vuelve una vez más. La realidad, en su misteriosa irreductibilidad y complejidad, es portadora de un sentido de la existencia con sus luces y sombras. Esto hace que el apóstol Pablo afirme: «Sabemos que todo contribuye al bien de quienes aman a Dios» (Rm 8,28). Y san Agustín añade: «Aun lo que llamamos mal (etiam illud quod malum dicitur)»[19]. En esta perspectiva general, la fe da sentido a cada acontecimiento feliz o triste.
Lector 1:
Entonces, lejos de nosotros el pensar que creer significa encontrar soluciones fáciles que consuelan. La fe que Cristo nos enseñó es, en cambio, la que vemos en san José, que no buscó atajos, sino que afrontó “con los ojos abiertos” lo que le acontecía, asumiendo la responsabilidad en primera persona.
Lector 2:
La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero[20]. Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre misericordioso (cf. Lc 15,11-32).
Animador :
Reflexiones libres compartidas
Seguidamente, podemos intervenir en orden y en voz alta para compartir aquello que el texto precedente nos ha hecho meditar...
Respondemos a cada intervención cantando el estribillo :
Animador :
Cantamos meditando cada palabra del canto...
Canto
Animador :
Peticiones
Ahora, elevamos a nuestro Padre Dios las peticiones a través de las manos de san José...
Lector 3:
Por todos los matrimonios, para que a ejmplo de José y maría de Nazareth, sepan orientar cada uno de sus días a Dios en la sencilléz del diálogo diario y sereno. OREMOS...
San José, ilumina nuestras mente y nuestros corazones, para saber acoger diariamente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Lector 4:
Por todos los novios, para que inspirados y fortalecidos en la persona de nuestro gran Patriarca José, sepan acoger e incorporar en sus vidas las sanas tradiciones cristianas. OREMOS...
San José, ilumina nuestras mente y nuestros corazones, para saber acoger diariamente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Lector 3:
Por todos los enamorados, para que conociendo de manera más cercana la vida de san José, se vean protegidos de todos los vicios y costumbres mal sanas, de las cuáles muchas veces están impregnados los medios de comunicación social. OREMOS...
San José, ilumina nuestras mente y nuestros corazones, para saber acoger diariamente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Lector 4:
Por todos los jóvenes, para que esa hermosa etapa de la vida, la sepan invertir en asuntos que trasciendan y les prepare para disfrutar yá aquí, el don de la Vida Eterna, siempre custodiados por el Padre adoptivo de Jesús. OREMOS...
San José, ilumina nuestras mente y nuestros corazones, para saber acoger diariamente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Lector 3:
Por todos los centros de formación, para que en sus currículas de estudio sepan orientar a todas las personas a la formación de la dimensión espiritual, relevante en toda sociedad que busca la paz y la justicia en todos los niveles de la convivencia humana. OREMOS...
San José, ilumina nuestras mente y nuestros corazones, para saber acoger diariamente la voluntad de Dios en nuestras vidas.
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Letanías a San José
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.... por las intenciones del Santo Padre.
Animador :
Despedida
Agradecemos a nuestro buen Dios, el congregarnos para compartir este momento de oración, por habernos fortalecidos en la fe y por las ganas de ser cada día mejor...
Animador :
Canto
Cantamos y meditamos...
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