Invocación al Espíritu Santo
Todos :
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos. Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, danos el gustar todo lo recto según el mismo Espíritu y gozar siempre de su consuelo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Introducción
Iniciamos nuestra novena en honor al gran san José de Nazareth, cómo bien sabemos el día 19 de marzo fue instituída la Fiesta en honor del padre de Jesús y del esposo virginal de María Virgen.
El Papa Sixto IV lo introdujo en el Calendario Romano, pero fue Pío IX, quién lo declara Patrono de la Iglesia Católica.
En muchos países en esta festividad se celebra el Día del Padre, pues se hace ícono de todo varón protector de su familia.
Papa Francisco en el 2020 ha escrito una bellísima Carta Apostólica, en su honor, titulada : PATRIS CORDE, expresión latina que significa "Con corazón de Padre". Textos que utilizaremos para estos momentos de oración.
El documento busca transmitir, sacar a la luz la fuerza protectora del hombre elegido exclusivamente por el mismo Dios, para proteger lo más preciado de su Plan de Salvación para nosotros mismos ; Jesús y María.
Dios sabe de la necesidad de los varones, en el desarrollo de las familias, el hombre será siempre ícono de protección, especialmente en estos tiempos tan convulsionados que vivimos.
Desde estos momentos de oración, nuestra intercesión de protección a todos ellos para que sepan vivir su vocación a la cuál han sido llamados a ejemplo de San José, por la paz de las familias y del género humano.
Momento de silencio
Animador :
Texto a meditar
En silencio meditativo, escuchamos atentamente...
(Música de fondo opcional : VIDEO )
Lector 1:
Con corazón de padre: así José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José»[1].
Los dos evangelistas que evidenciaron su figura, Mateo y Lucas, refieren poco, pero lo suficiente para entender qué tipo de padre fuese y la misión que la Providencia le confió.
Sabemos que fue un humilde carpintero (cf. Mt 13,55), desposado con María (cf. Mt 1,18; Lc 1,27); un «hombre justo» (Mt 1,19), siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios manifestada en su ley (cf. Lc 2,22.27.39) y a través de los cuatro sueños que tuvo (cf. Mt 1,20; 2,13.19.22). Después de un largo y duro viaje de Nazaret a Belén, vio nacer al Mesías en un pesebre, porque en otro sitio «no había lugar para ellos» (Lc 2,7). Fue testigo de la adoración de los pastores (cf. Lc 2,8-20) y de los Magos (cf. Mt 2,1-12), que representaban respectivamente el pueblo de Israel y los pueblos paganos.
En el templo, cuarenta días después del nacimiento, José, junto a la madre, presentó el Niño al Señor y escuchó sorprendido la profecía que Simeón pronunció sobre Jesús y María (cf. Lc 2,22-35). Para proteger a Jesús de Herodes, permaneció en Egipto como extranjero (cf. Mt 2,13-18). De regreso en su tierra, vivió de manera oculta en el pequeño y desconocido pueblo de Nazaret, en Galilea —de donde, se decía: “No sale ningún profeta” y “no puede salir nada bueno” (cf. Jn 7,52; 1,46)—, lejos de Belén, su ciudad de origen, y de Jerusalén, donde estaba el templo.
Después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo. Mis predecesores han profundizado en el mensaje contenido en los pocos datos transmitidos por los Evangelios para destacar su papel central en la historia de la salvación: el beato Pío IX lo declaró «Patrono de la Iglesia Católica»[2], el venerable Pío XII lo presentó como “Patrono de los trabajadores”[3] y san Juan Pablo II como «Custodio del Redentor»[4]. El pueblo lo invoca como «Patrono de la buena muerte»[5].
Momento de silencio
Animador :
Reflexiones libres compartidas
A continuación libremente y en voz alta podrán compartir aquello que les ha llamado la atención del texto precedente.
Se ruega mantener el orden...
(Se permiten las intervenciones según el tiempo programado...)
Respondemos a cada intervención cantando el estribillo :
Canto
1. No te extrañes que te este llamando
Peticiones
Animador :
Elevamos a nuestro Padre Dios nuestras necesidades...
Lector 3:
- Por todas las familias para que puedan sentir la protección del gran José de Nazaret. Oremos...
San José, protégenos de todo mal...
Lector 4:
- Por todas aquellas personas que han perdido seres queridos... para que puedan sentir el consuelo de Dios en sus corazones...
San José, protégenos de todo mal...
Lector 3:
- Por todos aquellos que carecen de salud... para que puedan sentir la sanación de Dios en sus cuerpos pero sobre todo en sus almas...
San José, protégenos de todo mal...
Lector 4:
- Por nuestro Obispo, para que san José sea siempre su fuente de inspiración y protección. Oremos...
San José, protégenos de todo mal...
Lector 3:
- Por nuestro querido Santo Padre, que el gran Patriarca de Nazareth, lo ilumine en las decisiones tan delicadas que debe de asumir y lo proteja de todo mal. Oremos...
San José, protégenos de todo mal...
Lector 4:
- Por cada uno de nosotros, que motivados por el amor a san José, nos encontramos hoy reunidos para invocar y agradecer su protección y guía. Oremos...
San José, protégenos de todo mal...
Animador :
- Se pueden agregar preces voluntarias...
Letanías a San José
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.... por las intenciones del Santo Padre.
Animador :
Despedida
Agradecemos a nuestro Dios el habernos concedido participar de esta novena en honor al "Varón Justo", por excelencia.
Animador :
Entonamos meditativamente el canto...
Canto
SAN JOSÉ, SILENCIOS
1. Creación artesanal,
tus manos son las que hablan.
Hay gozo en tu mirar:
que grita mil palabras.
2. Silencio ante tu Dios:
confías en su Palabra,
y ofreces, a su Amor,
a tu mujer amada.
3. Dejaste sin temor:
trabajo, casa y patria.
Silente al contemplar
la incomprensible trama:
4. ¡De ver nacer tu Dios
del vientre de tu amada!
Nos hablas de dolor:
¡Sin proferir palabra!
5. Silencio eres José.
Silencio tu morada.
Silencio fue tu pan,
silencio tu jornada.
6. Silencio al contemplar.
Silencio ante la nada.
Silencio en el amor.
Silencio es tu palabra.
7. Temblabas de pensar
en no tener la entraña:
¡para educar a un Dios,
nacido en carne blanda!
8. Le diste sin hablar:
tu fe y viril confianza,
tu oficio, tu honradez
y tu presencia casta.
9. María, en tu mirar,
entiende que la amas.
Le explicas, sin hablar,
que ves a Dios en su alma.
10. Que juntos librarán
una dura batalla.
Pioneros en creer:
¡que su Hijo es Dios, quien salva!
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