Todos :
Invocación al Espíritu Santo
y envía desde el cielo
un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres.
Ven a darnos tus dones,
Consolador lleno de bondad,
Penetra con tu santa luz
Sin tu ayuda divina
Lava nuestras manchas,
Suaviza nuestra dureza,
Concede a tus fieles que confían en Ti,
Premia nuestra virtud,
Amén. Aleluya.
Animador :
Introducción
Iniciando el 4º día de nuestra novena en honor a nuestro glorioso san José, y teniendo como tema de fondo la carta apostólica "Patris corde", continuamos nuestras alabanzas y meditación sobre el hombre "Justo" por excelencia.
Es el Padre de la obediencia, al igual que María, Virgen y Madre.
San José a pesar de todos sus planes preconcebidos, como lo haría cualquiera de nosotros, él sabe dejar a un lado sus programaciones y se abre para recibir la novedad de su Dios. No le fue fácil pero respondió fielmente en la obediencia.
Ya los Evangelios nos dejan entrever las características de su personalidad. Dios le dá todas las indicaciones a través de los sueños, de irrupciones de ángeles, que son enviados de Dios.
Y él fielmente sigue las indicaciones dadas, es resolutivo, ejecuta rápidamente el plan divino y misterioso de Dios. Aprende a superar sus miedos y a caminar en la fe, entre los claros.oscuros propios de toda existencia humana.
Frente a tantas incertidumbres experimentadas en su vida, nuestro querido Patriarca dá continuamente su "fiat" a nuestro Dios. En ello radicará su felicidad.
Animador :
Texto a meditar
A continuación escuchamos atentamente los textos...
(Música de fondo opcional : VIDEO )
Lector 1:
3. Padre en la obediencia
Así como Dios hizo con María cuando le manifestó su plan de salvación, también a José le reveló sus designios y lo hizo a través de sueños que, en la Biblia, como en todos los pueblos antiguos, eran considerados uno de los medios por los que Dios manifestaba su voluntad[13].
Lector 2:
José estaba muy angustiado por el embarazo incomprensible de María; no quería «denunciarla públicamente»[14], pero decidió «romper su compromiso en secreto» (Mt 1,19). En el primer sueño el ángel lo ayudó a resolver su grave dilema: «No temas aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,20-21). Su respuesta fue inmediata: «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24). Con la obediencia superó su drama y salvó a María.
Lector 1:
En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2,13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar: «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, donde estuvo hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15).
Lector 2:
En Egipto, José esperó con confianza y paciencia el aviso prometido por el ángel para regresar a su país.
Lector 1:
Y cuando en un tercer sueño el mensajero divino, después de haberle informado que los que intentaban matar al niño habían muerto, le ordenó que se levantara, que tomase consigo al niño y a su madre y que volviera a la tierra de Israel (cf. Mt 2,19-20), él una vez más obedeció sin vacilar: «Se levantó, tomó al niño y a su madre y entró en la tierra de Israel» (Mt 2,21).
Lector 2:
Pero durante el viaje de regreso, «al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, avisado en sueños —y es la cuarta vez que sucedió—, se retiró a la región de Galilea y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret» (Mt 2,22-23).
Lector 1:
El evangelista Lucas, por su parte, relató que José afrontó el largo e incómodo viaje de Nazaret a Belén, según la ley del censo del emperador César Augusto, para empadronarse en su ciudad de origen. Y fue precisamente en esta circunstancia que Jesús nació y fue asentado en el censo del Imperio, como todos los demás niños (cf. Lc 2,1-7).
Lector 2:
San Lucas, en particular, se preocupó de resaltar que los padres de Jesús observaban todas las prescripciones de la ley: los ritos de la circuncisión de Jesús, de la purificación de María después del parto, de la presentación del primogénito a Dios (cf. 2,21-24)[15].
Lector 1:
En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “fiat”, como María en la Anunciación y Jesús en Getsemaní.
José, en su papel de cabeza de familia, enseñó a Jesús a ser sumiso a sus padres, según el mandamiento de Dios (cf. Ex 20,12).
Lector 2:
En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario (cf. Jn 4,34). Incluso en el momento más difícil de su vida, que fue en Getsemaní, prefirió hacer la voluntad del Padre y no la suya propia[16] y se hizo «obediente hasta la muerte […] de cruz» (Flp 2,8). Por ello, el autor de la Carta a los Hebreos concluye que Jesús «aprendió sufriendo a obedecer» (5,8).
Lector 1:
Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”»[17].
Animador :
Reflexiones libres compartidas
De acuerdo al texto meditado, vamos acompartir en voz alta, aquello que más nos hubiese cuestionado, o hecho reflexionar...
Respondemos a cada intervención cantando el estribillo :
Momento de silencio
Animador :
Cantamos meditativamente...
Canto
Animador :
Peticiones
Seguidamente elevamos muestras intenciones a nuestro Creador, a través de San José...
Lector 3:
Por cada uno de nuestros hogares para que se vean protegidos por San José, Custodio del Redentor. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Lector 4:
Por todos los bebes, aún no nacidos y que se encuentran en los vientres de sus madres, para que cada uno de ellos pueda ser esperado con amor. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Lector 3:
Por todos los niños, para que puedan encontrar en sus padres, personas que los eduquen en la fe y en el amor a Dios. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Lector 4:
Por todos los jóvenes de nuestra sociedad, para que san José los custodie, los proteja de todo mal y ellos lo tomen siempre como modelo de obediencia a Dios. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Lector 3:
Por cada uno de nosotros, para que san José custodie siempre nuestros corazones y purifique todo aquello que no agrada a nuestro Dios. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Lector 4:
Por nuestra Iglesia, para que sepa mantenerse siempre fiel a Dios en los momentos más álgidos de nuestra historia. OREMOS...
San José, padre de la obediencia a Dios, enséñanos a vivirla...
Animador :
Podemos agregar peticiones libres...
Momento de silencio
Letanías a San José
Italiano :
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.... por las intenciones del Santo Padre.
Animador :
Despedida
Fortalecidos en la fe de nuestro Dios y sintiendo que san José, nos toma de la mano y camina con nosotros, en este camino de la vida, siempre orientado a la Vida Eterna, nos despedimos cantando...
Canto
Oblatos de San José
VIDEO
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